Manuel
y Cristina están apunto de casarse, apenas queda una semana para
el día de la boda. Los nervios lógicos de los días antes del
acontecimiento empiezan a causar tensión en la pareja, en especial a
Manuel, que se muestra irritable y taciturno. La tensión
entre la pareja va in crescendo. Cristina decide
por medio del dialogo saber que le ocurre a su pareja; esta
conversación desvelará una fantasía oculta de Manuel, que
Cristina estará dispuesta a cumplir sin importar las
consecuencias.
Las
fantasías sexuales en la pareja raramente se llevan a cabo, tenemos
miedo a las implicaciones sentimentales que arrastran. Trios,
juegos de dominación, intercambio de pareja y tantos otros, se
transforman en pulsiones sexuales que quedan silentes, perdidas en
nuestra imaginación, que de vez en cuando cobran vida y acto
en momentos íntimos, perdidos en alguna ducha caliente, o en una
solitaria cama. Si alguna vez en la intimidad de una conversación
sale el tema, se suelta a modo de anécdota, añadiendo condicionales
a la propuesta con frases como -¿que te parecería si?, ¿y si
probamos?, pero normalmente el dialogo es interrumpido
abruptamente por parte de uno de los dos interlocutores, dando
como resultado una niebla de duda sobre los sentimientos reales de su
pareja hacia el o ella.
Situemos
en un espejo el titulo de la obra, transformemos el “ El cuerpo
dividido” en “El cuerpo unitario”, reduzcamos a una entidad
carnal, dos cuerpos distintos, intentemos juntar en un mismo
cuerpo las mismas apetencias sexuales, sincronicemos los orgasmos en
un gran orgasmo común, erección y humedad ante los mismos
estímulos. Suena bonito, ¿verdad?, la verdad es que si, pero la
realidad es otra, las dudas, los limites morales, los principios
morales,convencionalismos sociales y el miedo ejercen de bisturí, y
terminan por diseccionar el ideal de un mismo cuerpo.
La
división irónicamente es un rasgo común en la pareja, por lo menos
en su cotidianidad, nos interesan distintos libros, películas,
tenemos opiniones antagónicas en política, temas sociales,
conceptos sobre otras personas,etc, pero nuestra relación sigue
fluyendo en mayor o menor medida. Pero en cuanto se introducen
temas de indole sexual estamos obligados al consenso, aunque sea
impostado y rompamos uno de los “supuestos” valores del
matrimonio, la sinceridad. ¿Por qué?
Como
intento de respuesta o mas bien como descripción de la influencia
de las fantasías en las relaciones de la pareja, se presenta la
propuesta “Cuerpo dividido”, una obra atrevida en
concepto, asequible en formas, con un texto sin ínfulas
estéticas, directo, crudo sin adulterar con diálogos creíbles y
naturales, alejado de la pomposidad hueca de otras propuestas del off
madrileño. Una obra que “toca” un tema fácil de entender
por parte del espectador, gracias a la secreta empatía que
desprende el argumento, digo secreta por que públicamente
ninguno de los espectadores querrá mostrar su identificación con
alguno de los personajes, en especial aquellos que vienen acompañados
de su pareja.
La
construcción de los personajes ofrece un resultado veraz, antes
de que transcurran cinco minutos de representación ya tenemos
claros los roles que tienen los personajes, mostrando diferente
actitud, ante un acontecimiento tan importante como el
matrimonio. Quizas una pequeña pega de la obra sea el pequeño
forzamiento de la autora a que el espectador se posicione al lado del
personaje femenino en detrimento del personaje masculino -esto es
latente en la primera parte de la obra, luego el posicionamiento
balancea, pero bueno eso es cuestión de impresiones personales.
Voy a intentar razonar este pensamiento; el personaje femenino es
cool, tiene amigas lesbianas, se sitúa constantemente
en lo políticamente correcto, es culta- y así podríamos enumerar
más rasgos positivos. Por contra el personaje masculino es un
“bocazas”, un tipo no sujeto a lo políticamente correcto,
irascible, infantil y manipulador. Este desequilibrio bajo mi
opinión reduce y distrae la reflexión al espectador, volcando toda
la responsabilidad del devenir de la obra al personaje masculino,
obviando el papel trascendente de los dos personajes que provocan y
motivan la trama de la obra,
pero esto no es óbice para destacar y valorar
positivamente el texto de la autor, Ruben Quirós.
El
trabajo de los actores es desigual, llevándose toda mi atención
el trabajo de Naiara Murguialday, que desarrolla de forma
brillante, tanto vocalmente como gestualmente su personaje,
componiendo un personaje totalmente creíble. El trabajo del actor
que hace de Manuel (Miguel Angel Quirós, en ocasiones se
le desborda la intensidad y pierde los tiempos en los diálogos
-por ejemplo en la escena de la felación interrumpida por el tercer
personaje, se desabrocha el pantalón, antes de que Cristina
se lo proponga, se que son minucias, que no tienen importancia, pero
creo que es mi deber dejar constancia de ello. El actor que hace de
scort Rubén Labio,
supera con solvencia justa, su propuesta de seda y
sofisticación, pero eche de menos un poco más de “calor” en su
interpretación.
Otro
de los puntos en contra de la obra, seria su duración, una hora y
media de representación me parece excesiva. Sobre todo se puede
hacer larga la primera parte de la obra, la presentación de los
personajes y el desarrollo del conflicto, en algunos diálogos
el deseo de que ocurra algo me distrae. Cuando finalmente ocurre
algo, en el momento que la trama se rompe y surge lo inesperado,
la obra ya esta apunto de concluir. Eso si, la forma de
concluir es brillante, dejando el debate y la reflexión abierta.
En
resumen una obra audaz en concepto, usual en formas, con unos
diálogos asequibles, pero con una carga analítica de “profundidad” importante,
que reflexiona sobre la identidad individual en las relaciones y lo hace sin tapujos ni recovecos existencialistas solo con
la realidad cotidiana de la pareja, sin emplear ningún
artificio ni metáfora ininteligible. “Cuerpo Dividido”
tiene el acierto de sacar a la luz la “cara b” de las
relaciones: las fantasias ocultas, ,la individualidad y lo mas
terrible de todo el sacrificio de nuestras convicciones por amor.
¿Error o acierto?, el espectador tiene la última palabra.
Texto:Alejandro Daza iglesias.
Fotos: web de la Sala Bululú2120
REPARTO:
Naiara Murguialday
Miguel Angel Quirós
Rubén Labio.
Compañía: Los Sueños de Fausto S.L.
Cuándo?:agosto: 1, 2 , 3, 8, 9 y 10 a las 20:30h
Dónde?: Sala Bululú2120. C/ Canarias, 16 // C/ Tarragona, 17
Cuánto?: desde 9 euros. entradas, aquí.
ESCRITOR RAUL QUIROS.
ResponderEliminarMuy buena critica, analiza muy bien los personajes y los escondidos deseos de ellos
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