Propuesta complicada y atrevida por
parte de La Puerta Estrecha, apostar por un autor tan áspero y
desconcertante como León Bloy, es toda una declaración de
intenciones por parte de la sala. Subir a las tablas “En tinieblas”
, solo puede salir de las profundidades de un deseo personal, no es
explicable desde una visión lúdica-cultural ,más usual en otras
propuestas teatrales. Tomemos pues “Tinieblas” como un regalo de
luz, de conocimiento de un autor que fue testigo del comienzo de una
época de esplendor y barbarie, cuyas lucidas reflexiones aún
continuanteniendo vigencia cien años más tarde y lo que es aún
más escalofriante, nos situa en un escenario histórico y social
equiparable y reconocible en la actualidad, a pesar de las décadas
de sangre y horror por las que ha caminado Europa.
“Tinieblas” es un soliloquio, con
un claro componente dogmático, a pesar de que la adaptación omite
cualquier referencia bíblica explicita, predominante en el ensayo
original. Esta omisión del carácter religioso de la obra , no hace
que “Tinieblas” pierda en ningún momento su pulsión mística,
ofreciendo únicamente una mayor visibilidad y encaje actual a la
esencia humanista del texto. La selección de escritos por parte de
autor-actor Rodolfo Cortizo, es acertada, seleccionando aquellos
pasajes que ofrecen gritos reflexivos más audibles y reconocibles
para el espectador- insisto en el carácter profético y prospectivo
de la obra.
El sostenimiento por parte del
espectador de este hondo y filosófico texto, no puede ser entendido
y explicable, si no estubiera conducido por la briosa rienda de contención
y desgarro místico que nos ofrece Rodolfo Cortizo, que compone a la
perfección el papel de un viejo mendigo, poseedor de la verdadera
visión, que solo obtiene aquel que ha mirado a los ojos a la bestia, y ha
comprendido al fin el horror y gloria que se ocultan detrás de nuestro velo
de existencia.
¿Me preguntáis si es recomendable?,
diría que si, pero no esperéis encontrar un camino fácil y ameno.
“En tinieblas” no sumerge en una densidad textual considerable,
que lastra la atención del espectador ajeno a la obra de Bloy, pero
una vez superada esta espesura inicial, tendrás como recompensa un
aterrador espejo donde veras reflejado tu rostro, en sombras creadas
de luz y oscuridad.
Cuando: desde el martes 15 de abril al martes 13 de Mayo.
Donde: La Puerta Estrecha. Calle Amparo nº 94.
Cuanto: 15 euros, entradas aquí.
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