domingo, 3 de noviembre de 2013

Microrelato. Mariposa nuclear

El cielo violáceo filtra nubes de electricidad, que coronan ruinas olvidadas.  Un minúsculo sol rojo intenta sonreír e insuflar calor a la gris escarcha depositada en las antes concurridas calles.  Un columpio oxidado baila al ritmo de un viento magnético, ajeno al eco de risas y juegos apagados eones atrás.

Hiedras gigantescas abrazan edificios en lujuriosa quietud abriendo fisuras en sus paredes a modo de uñas en la espalda de dos amantes.  Árboles muertos sestean sobre la gris escarcha y sueñan con praderas ajenas. Siluetas amarillas en las paredes, grabadas a fuego y luz en cotidianas posiciones. Un niño levanta los brazos a la eternidad intentando coger un globo, detrás su madre intentando dar un abrazo perdido en la eternidad. Instantáneas que el orgullo del hombre ha obsequiado al infinito.

Caminaron sobre la razón, espejismos de control del átomo soberbia divina gobiernos de mil dioses. Juegos destructores entre hermanos malcriados. ¿Qué habéis hecho?, cuando la muerte ni muere.  


Sin tiempo ni esperanza…solo queda el frágil aleteo de una mariposa nuclear.

 Dedicado a Ray Bradbury.

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